viernes, 1 de abril de 2011

Ganas de darle al patín

Eso que te entra cuando ves un video de patín, escuchas una cancion "engo" o tan solo ves a alguien practicandolo, es algo que te motiva a seguir adelante, eso que sabes que al dia siguiente de una semana de trabajo en el instituto y un més despues de acabar de recuperarse aunque no del todo pero lo posible para poder hacer cuatro trucos y volver a disfrutar, a que las sonrisas te salgan solas. Es difícil de explicar esa sensación que produce al planchar un truco, saltar, volar por los aires, caerte al suelo, mancharte las camisetas, romperte los zapatos, partir alguna tabla, petar rodamientos, petar cordones y muchas cosas más, que te desahogan y te hacen olvidar esos momentos jodidos de la vida, esos temas de los cuales unos se quiere olvidar con la musica y su patín.

impotencia

Esa impotencia que se crea cuando no puedes dejar de hacer algo, ese peso que no te puedes quitar de encima ni cuando duermes, que te hace que no puedas hacer las cosas que mas te gustan, eso que impide ser feliz de algun modo, que encima de eso se acumulan más cosas, que si la chica que quisiste tanto te diga que no te cree y que se acabó, que duela mucho olvidarla y que sepas que siempre te va a quedar una espina en el corazón, y que cada vez que la veas se clave más y más, y duele y sabes que hasta que no encuentres a otra, no se te quitará de la cabeza por mucho que digas que la has olvidado y eso es lo que te parezca y que no piensas en ella y aunque no lo hagas cuando la ves es irresistible pensar en lo que pasó y lo que más duele esque si ella estubiera en mi lugar y supiera que no pasó nada que no hice nada malo y que no me cree, es lo que más jode. Impotencia de no saber hacer nada para que te crea por muchas cartas que escribas muchos mensajes que le envies no canviará de opinion y que alguién, cuyo nombre desconozco y no quiero saber, me jodió la vida, por tan solo una frase que era falsa, y no creer a quien amas es algo muy dificil de explicar

miércoles, 26 de enero de 2011

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Me voy a tumbar en la cama, son las once y media de la noche. Me tumbo, pongo las alarmas en el móvil para no dormirme, me arropo en mi hedredón y apágo la luz con la intención de dormirme. Cuando me acuesto siento que tengo que estar contigo, abrazarte, besarte, mimarte y muchas cosas más. Intento mantener la mente en blanco pero tú la invades, enciendo la luz y intento que te vayas, pero no puedo. Nose como, pero eres diferente a las demás, eres extrovertida, simpática, guapa. Un abrazo tuyo me quita los males, un beso me hace dejar de estar triste, i asi media hora hasta que no por aburrimiento sino por cansancio me duermo.
Son las siete menos diez y suena una alarma, la apago y a los cinco minutos suena otra, me levanto y pienso que hoy te voy a ver, me entran mariposas en el estómago solo con el simple hecho de pensar que vas a estar a mi lado.
Llego al instituto a las ocho menos diez y te veo ahí mirandome de reojo y yo intento aparentar que no te veo, pero es inevitable, destacas entre todas las demas, intento hacer ver que no pasa nada que yo voy a aguantar, pero no puedo. Pensé que nadie me podia hacer volver a caer en la tentación, hize un pacto con alguien pero no pude aguantarlo, ambos sabiamos que solo era cuestión de tiempo.
Teamo M.

Dia de patin

Un sabado por la mañana, oigo la alarma, me levanto y pienso que hoy me lo voy a pasar bien. Abro la ventana, hace frio pero entra un sol reconfortante por la ventana. Tengo todo preparado, solo me falta cojer el agua y algo de comida. Cojo el telefono y confirmo que van a ir, oigo una voz ronca, como acabado de levantar, y le digo que se de prisa. Me visto, cojo los trastos, me pongo la gorra y las gafas a conjunto con la camisa y bajo a por el agua, algo de comer y dinero. Le digo a mi madre adiós y oigo una voz con poca fuerza que dice: no vuelvas muy tarde. Procuro no hacer mucho ruido al salir para que mi hermano no se despierte. Pongo las llaves en la ranura de la puerta, doy vueltas lentamente hasta que llega al tope y la abro. Salgo al patio y luego a la carretera, me pongo los cascos, enciendo el mp3, suena la cancion de "Lovely day" de Donavon Frankenreiter, miro al cielo y inspiro fuertemente. Pongo la tabla en el suelo y a rodar.